Los pinchos morunos en Ceuta son mucho más que una receta: representan un puente entre culturas y sabores que forman parte de la identidad gastronómica de la ciudad. Inspirados en las raíces árabes y mediterráneas que definen el carácter culinario ceutí, estos pinchos condimentados son uno de los platos más representativos de la cocina local, especialmente en espacios como Las Columnas, donde la tradición se fusiona con el buen hacer.
El secreto de su sabor está en el equilibrio entre los ingredientes frescos y las especias utilizadas, así como en el proceso de maceración y cocinado, que requiere paciencia, conocimiento y respeto por la receta original.
El arte de marinar: un sabor que se construye con tiempo
Lo que distingue a un buen espeto moruno es su adobo. La mezcla de especias típicas de la comida árabe en Ceuta —como el comino, la cúrcuma, el pimentón o el ajo— se combina con aceite de oliva, limón y hierbas frescas para impregnar cada trozo de carne con una intensidad única.
El tiempo de maceración es esencial. Durante horas, los sabores penetran profundamente, aportando jugosidad y un aroma inconfundible que se acentúa al ser asado a la brasa. En Las Columnas, este proceso se cuida con mimo, siguiendo una receta que ha pasado de generación en generación.
Cocinado al punto: de las brasas al plato
Aunque el marinado es clave, el método de cocción no lo es menos. Los espetos morunos se preparan tradicionalmente en una parrilla, sobre brasas que permiten que la carne se dore por fuera sin perder su jugosidad interior. Este método aporta ese toque ahumado y crujiente que los convierte en uno de los mejores pinchos en Ceuta.
El control del fuego, el giro constante de los pinchos y la distancia exacta entre las brasas y la carne son aspectos técnicos que hacen la diferencia. Y eso se nota desde el primer bocado: sabor intenso, textura perfecta y una presentación sencilla pero cargada de historia.
Mucho más que un plato: un símbolo gastronómico
Los pinchos morunos en Ceuta no solo son una delicia gastronómica, también son parte del paisaje cultural de la ciudad. Son protagonistas en reuniones familiares, celebraciones, noches de verano y comidas informales donde la tradición y la convivencia se dan la mano.
En Las Columnas, este plato se ha convertido en una de las especialidades más demandadas por quienes buscan autenticidad. Su éxito radica en la fidelidad a los orígenes y en la calidad de cada ingrediente, siempre fresco y seleccionado cuidadosamente.
Una experiencia que merece repetirse
Si visitas Ceuta o vives en la ciudad y aún no has probado los pinchos morunos de Las Columnas, te estás perdiendo una experiencia culinaria auténtica. Su sabor es capaz de transportarte a tradiciones ancestrales, y su preparación refleja el respeto por una cocina que forma parte del alma ceutí.
Porque cada bocado cuenta una historia, y en este caso, la historia es de tradición, fuego lento y sabores que no se olvidan.

